Las 5 señales que envía el cuerpo cuando necesita sexo
La falta o disminución de la frecuencia sexual generan una serie de reacciones en el organismo. Cambios de humor, dolores de cabeza o musculares son los problemas que aparecen con más frecuencia
Practicar
sexo no es solo una actividad vinculada al plano del placer, ya que la
frecuencia de esta actividad determina la buena o mala salud. La falta de
actividad en esta área puede afectar a una persona de muchas formas, a nivel
físico y emocional.
La
actividad sexual activa el sistema inmunitario, disminuye la presión arterial y
mejora la salud cardíaca.
Lo que
sucede es que durante el coito, el cuerpo libera hormonas que ayudan a la
relajación. La endorfina y oxitocina son dos de las hormonas que se
"expulsan" en momentos de mucho placer. Además ayudan a combatir
dolores y malestares físicos ya que funcionan como un analgésico.
Insomnio
La
falta de sexo causa problemas para dormir y además provoca un descenso en la
concentración, irritabilidad, fatiga, pérdida de reflejos y coordinación de
movimientos como producto de un mal descanso.
Esto se
debe a que durante el acto sexual se segrega oxitocina, una de las hormonas
encargadas de aumentar la calidad del sueño. Por eso, la disminución de la
frecuencia puede desencadenar esta problemática.
Migraña
Los
neurólogos de la Universidad de Münster de Alemania realizaron un estudio en el que
determinaron que la actividad sexual ayuda a eliminar el dolor de cabeza o las
migrañas. Por eso, la falta de sexo puede favorecer este tipo de malestares.
Estrés
Los
cambios de humor suelen ser uno de los indicadores más notorios. Altibajos en
el carácter, aislamiento social y retraimiento suelen ser las señales más
"obvias". Lo cierto es que aquel que se encuentra experimentando esta
etapa difícilmente puede notar que está atravesando este momento.
Todas
estas sensaciones generan estrés a nivel físico y emocional. Sin embargo, con
el correr de los días y meses es posible que las emociones de índole negativa
tales como el pesimismo y la irritabilidad se hagan cada vez más presentes.
Falta
de brillo en la piel
La
falta de relaciones sexuales provoca que la piel envejezca (Getty)
Durante
el acto sexual los poros de la piel se abren y van liberando impurezas,
facilitando la eliminación de toxinas a través del sudor. La circulación sanguínea
se activa y de esa forma hay una mayor "limpieza" de adentro hacia
afuera.
Aislamiento
Hay
quienes pueden experimentar depresión ante la falta de sexo (Getty)
Dejar
de relacionarse con el sexo opuesto en la "cama" de manera repentina
o paulatina puede ocasionar aislamiento social. Esto se debe a que hay una baja
en la producción de endorfinas, una de las sustancias encargadas de mantener el
buen humor.
En casos extremos el individuo puede comenzar a experimentar
soledad, depresión o ansiedad.
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